Lo que comenzó como algo sin sentido, se ha ido convirtiendo en nuestra historia. Una historia basada en las miradas cómplices, las caladas dulces, los lugares escondidos, los besos con ganas, los momentos compartidos. Buenos, malos, monótonos, especiales, ¿qué importa si son con él? Si me ha regalado cada día una sonrisa nueva, no puedo tener razones para no seguir a su lado. Si ha conseguido que yo sea mejor, que deje de lado las lagrimas derramadas por qué más da qué cosas, si gracias a él soy feliz. Me ha mostrado que todo es mejor si estoy con él, que merece la pena estar ahí, que él merece la pena. Que al fin y al cabo, él me ha regalado los 143 mejores dias de mi vida.
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